Exposición Mis Monstruos Hermosos

¡Hola a Tod@s!

Presentamos los detalles de la exposición  ” Mis Monstruos Hermosos”, por parte de la artista Courtney Fappiano en la Galería Libertad de la Ciudad de Querétaro.

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Si hay un tema recurrente en la historia del arte, es ese tema del monstruo. Lo monstruoso, entendido como aquello que perturba la imaginación convencional, despierta todo tipo de atractivos para quien ejecuta una obra creativa en tanto nos permite comprender las coordenadas políticas, estéticas y morales de una cultura determinada.

Esta fascinación la podemos remontar a las representaciones míticas de la antigüedad, cuando los pueblos representaban a sus dioses, es decir, aquellas criaturas colocadas fuera de lo humano, en los confines mismos del lenguaje, como criaturas con características ciertamente monstruosas.

Podemos decir en este sentido, que hay una correlación innegable entre el monstruo y lo sagrado. Dicha relación se halla especialmente presente en la obra de Courtney Fappiano. Con su catálogo de monstruos, bastante habitado en el espíritu frankenstein de Mary Shelley, Fappiano nos introduce a un universo liminal donde la norma, lo establecido y lo cómodamente predecible padecen la súbita interrupción de lo telúrico y grotesco, típicamente bajo la forma de cuerpos que para el orden patriarcal resultan monstruosos: mujeres y personas queer.

Los monstruos de esta artista habitan cómodamente en entornos cotidianos desde sus cuerpos exagerados e incomodos para cualquier mirada que ambicione a encontrar normas y estabilidad. Esta sacralidad cotidiana posee su propia carga política en tanto a los monstruos represados en las pinturas de Fappiano hablan desde las orillas de la hegemonía.

Desde sus trazos , Fappinao sugiere dos formas de entender la monstruosidad: Por un lado, tenemos a sus personajes, seres limonares e inclasificables, de género ambiguo o dudosa estabilidad en cuyos detalles hay siempre trazos de incomodidad. Por el otro, está el entorno que habitan, aparentemente normal, pero a su manera, también monstruoso y asfixiante.

Si algo podemos decir de la obra de Fappiano, es que es un grito gozoso para hacer de la monstruosidad algo revolucionario.