Detalles de la Exposición “Camino de Chinos”

¡Hola a Tod@s!. Les presentamos detalles de la exposición  “Camino de Chinos por parte del artista Rafael Rodríguez, realizada en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQRO).

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Encuentro varias formas de arruinar un texto. Una es comenzar con la primera persona, con la confesión de miedo a la página blanca, al lector. Otra es terminarlo mal, acabar antes, de manera abrupta, terminar sin energía, concluir con descuido. Ser demasiado sentimental.

Pero, sin duda, lo mejor es arruinarlo antes de terminar. Hay textos que comienzan bien y luego se quieren dejar. La idea no era para tanto, la imagen se desinfló, la razón para escribirlo dejó de ser, las ganas de ser leído son superadas por el susto que da ser juzgado. Ante el miedo al fracaso involuntario, el autoboicot, el ataque y la destrucción son una mejor salida.

Y es alguien que nació al final de la promesa fordista, socialdemócrata e industrial es, sin duda una profesional de la decepción. En los setenta, en los ochenta aún se escucharon los ecos de los ideales modernos que nunca se hicieron realidad: los sueños americanos, las familias perfectas, con tarjetas de crédito que se pueden pagar, las casas en los suburbios y los papás que juegan golf. Pasteles con betunes brillantes y esponjados en las vitrinas del único Sanborn’s de la ciudad fueron prometidos, intentados, hasta interpretados; pero quienes lo experimentamos supimos que no eran de verdad. Eran cajas de cartón vacías decoradas al estilo camino de chinos que a fuerza de esperar se endurecieron, se hicieron rancios.

Hay una imagen que expresa claramente esta sensación de desencanto o, tal vez, su origen. La del niño que, emocionado, prepara una fiesta de cumpleaños con actividades que no sucederán y bocadillos que nadie se va a comer porque nadie va llegar. La imagen de un pastel al que sólo se ;e resta una rebanada, la del salón de fiestas decorado para que no llegue nadie. La del niño que, esta vez desolado, se encierra en su cuarto para nunca más volver a esperar.

Los adultos de ahora somos niños que han crecido para no celebrar sus cumpleaños, para firmar en los mails sólo con una letra inicial, para arruinar los textos apenas al comenzarlos. Un montón de personas que prefieran la destrucción al desamparo, el auto boicot esperado a la sorpresa del desencanto. Mejor lanzar el pastel de cumpleaños que nadie se va a comer al muro, al vació, al rostro de ese alguien o de ese algo que a fuerza de no cumplir promesas nos formó en la trágica y necesaria escuela de la decepción.

Y eso hace Rafa hoy. Arruinarlo todo antes de terminar. Desperdiciar el potencial de una pintura a medio hacer y embarrarla antes. Destruirse antes de decepcionarse. Y en el embarre, en la tragedia de la destrucción de aquello que puedo ser perfecto, tradicional y aburridamente hermoso, nos regala el consuelo de la pintura, de la materia, de la carne, de la verdad.

Paulina Macías.

Para visitas a el MACQ, debe realizarse previa cita al teléfono 442 2144435.

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